La Ciudad en 300 palabras
Imagino lo que preexiste, ¿como ocurre lo que no se vio?, entonces apareció, y vino la Ciudad, no porque fuera reflexionada por el pensar, menos porque fuera nítida al discutir general, mucho menos desde la posibilidad expresiva de la virtud de mostrar... pudieron haberla iniciado el andar de los caminos, haberla aparecido la vertical de nuestros muros, pudo traerla el intercambio de motivos, quizás la continua intemperie forzándonos la obtuvimos... la evidencia es que ocurrió, haciendo bendita a la imaginación que no se pidió, porque por el solo hecho de que en el exterior permanecemos, vino a ocurrir que supimos que al interior pertenecemos, pues, cuan humano fue el acto no lo sabemos, pero si que con y desde la naturaleza ocurrió, porque indivisible de lo que acontece esta su anterior inanimado, que desde la experiencia vino a ser sentir imaginado, pues es lo necesario figurante de todo lo creado, donde todo ser histórico su pensar se ha manifestado... sensorial libre pensante, aquello que refugia y relaciona se hace desde mi cansancio, no porque cueste, porque se obligue, ni porque se merezca, simplemente porque es experiencia que se ha de verticalizar, para proteger mi imaginar que aparece porque se ha pensado... como todo instante que desde lo inanimado se viene a expresar, nos brinda experiencia significante que requiere nuestro procesar, como acto fundante de conceptos no pensados, Eso que es Arquitectura emprende su síntesis formal, entonces, aquello desde lo único busca a otros que también le vienen a buscar, para formar Esa estructura social-temporal que es desde antes cuando aún no se hizo escuchar, y que preexiste a lo que después llamamos Ciudad... así como vino a mi pensar el interés por escribirse, al leerme vino a tu pensar el interés por escucharse, entonces apareció, y vino la Ciudad.
Luis Contreras M.
